Un día como el de hoy, pero de 1948, en operaciones simultáneas, los grupos terroristas del Irgue Zvai Leumi, liderado por Menahem Beguin (Premio Nobel de la Paz 1978) y el Lehi, se ocultaron en el asentamiento ilegal judío de Guivat Sha´ul e invadieron durante la madrugada a la aldea de Deir Yassin, ubicada a 5 kilómetros de Castel y a pocos miles de metros de Jerusalem. No hubo piedad. La peor de las barbaries fueron descargadas sobre la pacífica población campesina. Entraron casa por casa y más de dos centenares de palestinos (mujeres, niños y ancianos) fueron masacrados, mutilados, saqueados, vejados y arrojados en fosas comunes, frente a las indefensas miradas atónitas y desesperadas de cada uno de ellos. Los gritos de muerte y dolor desgarraron el cielo. Unos pocos días antes, la organización terrorista Haganah (más adelante columna vertebral del ejército israelí) comandada por David Ben Gurion, había lanzado la “Operación Naasón” con el objetivo de despejar la carretera hacia Jerusalem. La estratégica colina de Deir Yassin, al oeste de la capital de Palestina, figuraba en la lista de lugares a desmantelar. Los operativos fueron múltiples y demoledores pues el objetivo era establecer el terror en la mayor cantidad de aldeas y ciudades, vaciar las regiones y diseñar el territorio del futuro Estado judío. Hace más de 60 años comenzó la recta final de la tragedia palestina. En los primeros meses de 1948, un agrete sabor a muerte ensanchó el mar de la violencia que asoló a su pueblo, presagiando la boda de sangre bajo la ocupación británica, el terrorismo sionista y la conspiración del silencio.
Varias fuentes sionistas y blogs pro-israelis pretenden que la matanza fue falsa, que fue exagerada o incluso un mito, hasta ponen cosas como esta:
"Las referencias a Deir Yassín han seguido siendo un elemento fundamental de la propaganda antiisraelí durante décadas porque el incidente fue único."
Eso del "incidente único" debe ser un chiste de humor negro.
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