miércoles, 30 de junio de 2010

Petición a los políticos españoles para que rechacen la prohibición del velo integral

29 Junio 2010
Índice AI: PRE01/213/2010

Amnistía Internacional ha pedido a los legisladores de la región española de Cataluña que no adopten el próximo miércoles una moción a favor de prohibir que las mujeres usen el velo integral en edificios y espacios públicos.

“Cualquier prohibición general violará los derechos a la libertad de expresión y de religión de las mujeres que decidan llevar el velo en público como expresión de su identidad o de sus creencias”, ha declarado John Dalhuisen, experto de Amnistía Internacional sobre discriminación en Europa.
“Las mujeres deben tener libertad para decidir las prendas que desean o no vestir. Este es su derecho en virtud de las normas internacionales de derechos humanos. Este derecho se extiende a formas de vestir que otras personas consideren censurables y debe respetarse para la reducidísima minoría de mujeres musulmanas que eligen llevar el velo integral, del mismo modo que para el resto de las personas.”
Después de que los legisladores belgas aprobasen la prohibición de usar el velo integral en público el pasado mes de abril y de que el Parlamento francés tenga previsto estudiar una prohibición similar en julio, España se ha convertido en el tercer país de Europa que considera este año la introducción de restricciones sobre el uso del velo integral.
La semana pasada, el Senado aprobó una moción en la que se instaba al gobierno a prohibir el uso del velo integral “en espacios y acontecimientos públicos”.
Nueve municipios españoles ya han prohibido el uso del velo integral en edificios municipales. El alcalde de Barcelona ha declarado su intención de introducir este año una norma que prohíba el uso del velo integral en todos los edificios municipales, incluidos oficinas, mercados, bibliotecas y museos.
Muchas de las personas que están a favor de estas prohibiciones en España han alegado que son necesarias para combatir la discriminación y salvaguardar la igualdad de género.
“No se puede combatir la discriminación con discriminación, y la igualdad de género no se promueve imponiendo las prendas que pueden o no pueden vestir las mujeres, sino garantizando que se empodera a las mujeres para que tomen sus propias decisiones y puedan llevarlas a cabo efectivamente”, afirmó John Dalhuisen.
En los últimos años, la promoción de la igualdad de género ocupa un lugar destacado en la agenda política del gobierno español.
Sin embargo, Amnistía Internacional ha pedido que se haga un mayor esfuerzo para combatir la discriminación, los estereotipos y los prejuicios que afectan a las mujeres musulmanas, tanto dentro de sus comunidades como en la sociedad en general.
“Es cierto que los Estados tienen la obligación de proteger a la mujer frente a las presiones o la coacción para que lleven el velo integral, pero las prohibiciones generales no son el modo de hacerlo. Podrían ser incluso contraproducentes, pues las mujeres que actualmente son obligadas a llevarlo corren el riesgo de ser encerradas en sus casas, con lo que tendrán menos capacidad para trabajar o estudiar y acceder a la asistencia y la protección que necesitan”, manifestó John Dalhuisen.
“Las autoridades españolas deben tratar de garantizar que las recientes iniciativas para combatir la violencia contra las mujeres benefician también a las mujeres musulmanas.”
Según el derecho internacional de derechos humanos, sólo pueden imponerse restricciones a los derechos a la libertad de expresión y de religión cuando sean necesarias para mantener el orden, la seguridad o la moral públicas, o para proteger los derechos de terceros.
Amnistía Internacional cree que no se ha demostrado que las prohibiciones generalizadas sobre el uso del velo integral sean necesarias o proporcionadas para alcanzar ninguno de estos objetivos y que las consideraciones sobre protección frente al delito o seguridad pública no justifican la prohibición del velo integral en lugares públicos o en todos los edificios públicos.
“Los motivos legítimos de seguridad pueden resolverse restringiendo selectivamente la posibilidad de cubrirse totalmente el rostro en lugares de alto riesgo bien definidos. También se puede exigir a las personas que se descubran el rostro cuando sea objetivamente necesario, como por ejemplo en controles de identidad”, afirmó John Dalhuisen.
La semana pasada, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adoptó una recomendación en la que pide a los Estados que “no establezcan una prohibición general del velo integral o de otras prendas religiosas o especiales, sino que protejan a las mujeres de todas las coacciones físicas y psicológicas, así como su libertad para decidir llevar prendas religiosas o especiales, y garanticen la igualdad de oportunidades a las mujeres musulmanas para participar en la vida pública y realizar actividades educativas y profesionales.”

domingo, 27 de junio de 2010

Iluminados por la web

"Ya se que a algunos les gustaría resucitarla, pero ahí es donde está y ahi se queda, a donde iremos todos"
El otro dia de casualidad me encontré por la web uno de tantos blogs racista y antiislamico (aunque no voy a ponerle el link para no hacerle publicidad, faltaria mas).
Eso en si no es novedad, ya estamos acostumbrados a esas páginas, yo ya ni me molesto en poner comentarios que por cierto nunca publican, no merece que pierda mi tiempo.
Lo que me llamó la atención fué el perfil del usuario: Nombre Isabel. Edad 559 años. Profesión Reina.
O sea un@ iluminada@ que se cree Isabel la catolica, pues si sigue sin pensar bañarse ni cambiarse la camisa hasta que se vaya el último musulmán de España debe oler que alimenta.
Esta gente ya no se si me dan risa, pena, o si están de psiquiatrico, la verdad, yo acabaría agotada de tanto destilar odio.
Será por eso que ya no saben ni lo que dicen ni quien son, ni nada.

miércoles, 23 de junio de 2010

PP, CiU y UPN aprueban en el Senado una moción para pedir la prohibición del burka en la calle

leer la noticia aqui

A mi me parece bien que prohiban el burka, pero supongo que si son justos deberian también prohibir las procesiones de encapuchados de semana santa y que las monjas de clausura tapen su rostro en publico, y si es por seguridad de que no se vea el rostro de la persona deberian prohibirse los pasamontañas, mascarillas de alergias, bufandas que tapen demasiado el rostro, cascos de motoristas...en fin, creo que esta ley es solo para musulmanes, a lo mejor deberían cambiar el articulo ese de la constitución que habla sobre la libertad religiosa, no me acuerdo cual es...creo que a lo mejor lo que pasa es que no existe.

Semana santa en Sevilla, un penitente.

lunes, 21 de junio de 2010

La persecución del islam en el mundo

A principios del siglo XXI numerosos grupos musulmanes sufren sangrientas persecuciones a lo largo del planeta, por causas que oscilan entre lo étnico y lo religioso, pero con motivaciones económicas de fondo. Al margen de sus valores intrínsecos como religión, el islam tiene asignado un determinado papel en la situación política internacional. La demonización del islam y la llamada “guerra contra el terrorismo” son componentes de la globalización corporativa y el Nuevo Orden Mundial, una nueva forma de colonialismo y de expansionismo occidental, con el objetivo de apoderarse de los recursos energéticos. La Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial son los brazos seculares de dicho expansionismo.

A principios del siglo XXI los musulmanes son perseguidos a lo largo del planeta, en muchos casos tan sólo por tratar de vivir libremente según sus leyes y creencias. Esta persecución va desde la represión más violenta hasta simples discriminaciones, y varía según las circunstancias y los intereses geoestratégicos de cada zona. Sería arduo referirse a todos los conflictos donde los musulmanes luchan por sus derechos, a veces en situaciones de gran precariedad material, frente a ejércitos profesionales armados por las potencias de occidente. Esto hizo decir a Samuel Huntington en su Choque de civilizaciones que “las fronteras del islam están teñidas de sangre”. El analista del Departamento de Estado Norteamericano se refiere a los conflictos de Cachemira, Bosnia, Chechenia o Mindanao. Según él, estos conflictos muestran el carácter violento del islam, a pesar de que en todos estos casos los musulmanes son los agredidos. Los musulmanes de Bosnia sufrieron una invasión militar y fueron sometidos a una política de limpieza étnica por parte de Serbia. Matanzas y campos de exterminio donde eran recluidos cientos de hombres y mujeres por el simple hecho de ser musulmanes/as, donde los hombres eran torturados insistentemente y las mujeres violadas en masa y maltratadas con toda impunidad. Una vez más, se culpa a la víctima por la barbarie de los agresores (y en todos estos casos, se trata de países de mayoría cristiana).

Chechenia

Una situación trágica que continúa es la de Chechenia. Para comprender la inmensa tragedia de este pueblo hay que remontarse al 1944:

El 23 de febrero de 1944, Stalin ordenó la deportación de toda la población chechena e ingush a Asia Central. Más de la mitad de las 500.000 personas que fueron trasladadas a la fuerza murieron en el camino o en las masacres cometidas por las tropas soviéticas. Los chechenos fueron esparcidos en grandes colonias penales, situadas en lugares remotos de las actuales Kazajistán, Uzbekistán y Kirguizistán. En los años siguientes miles murieron de neumonía y hambre. En 1956, Nikita Kruschev reconoció los errores cometidos con los chechenos y se inició el retorno. Los chechenos a menudo se llevaron con ellos los huesos de sus seres queridos para enterrarlos en sus ancestrales cementerios. Pero sus vidas realmente nunca volvieron a ser lo que eran. Muchos de los antiguos Auls de la montaña estaban en ruinas y no estaban habitables, lo que obligó a la mayoría de los chechenos vivir en las llanuras, y a alterar irrevocablemente sus costumbres. Además, la pérdida masiva de vidas entre los ancianos rompió una rica tradición oral mantenida durante siglos, causando un grave daño a la cultura chechena.

En 2004, sesenta años después, el Parlamento Europeo aprobó una moción que reconocía esta catástrofe como un genocidio, declarando el 23 de febrero como Día Mundial de Chechenia. Y sin embargo, la tragedia continúa. Tras la desmembración de la Unión Soviética, los chechenos proclamaron su independencia de Moscú, un sueño que no se ha hecho realidad. Rusia invadió Chechenia, a causa de su importancia estratégica en el plan para los grandes gaseoductos del Asia Central. Durante el conflicto armado, se calcula que murieron unos 250.000 chechenos, una cuarta parte de la población. Entre ellos, 42.000 niños en edad escolar, menores de 11 años. También aquí se trata de demonizar la resistencia de los chechenos a su destrucción, olvidando su historia de sufrimientos y sus derechos como pueblo, y presentando sin contextualizar acciones terroristas deleznables, pero que no llegan ni a la ínfima parte de lo que los chechenios han sufrido como pueblo.


Imagen de la devastación en Grozni

Mindanao

La situación de los musulmanes en Mindanao es una vez más una herencia de la colonización. La incorporación de Mindanao a Filipinas es un hecho artificial, que se deriva de la derrota de los españoles, quienes cedieron la isla a los EEUU. Los primeros contactos del islam con Mindanao se produjeron en una época tan temprana como el siglo X, a través de comerciantes musulmanes. Pero no será hasta el siglo XIV cuando se inicia un proceso de islamización, que dio paso a la creación de los sultanatos locales de Sulu y de Maguindanao. Se habla, una vez más, de un “islam sincrético” con tradiciones locales (ritos de paso y celebraciones propias), apegado a la tierra y alejado de modelos rigoristas. La islamización se vio frenada por la ocupación española (1565-1898), con un proyecto de evangelización agresiva y de persecución de las creencias musulmanas que duró varios siglos, en los cuales la población musulmana (llamados moros) fue reduciéndose drásticamente, a causa tanto de las muertes como de las emigraciones. Mindanao nunca fue totalmente ocupada por los españoles, quienes a pesar de ello la cedieron a los norteamericanos en el Tratado de París. La denuncia de este proceso está en la base de la demanda de independencia para Mindanao, una isla que fue autónoma hasta la unificación forzosa realizada por los colonizadores. Como resultado de la dominación norteamericana (a partir de 1896), se fomentaron las conversiones al cristianismo y se creó una clase dirigente cristiana, desplazando a los Moros a la marginalidad. La resistencia islámica a estas dominaciones los convirtió en enemigos del Estado creado por los colonizadores.

El Estado filipino independiente fomentó la colonización masiva de Mindanao por parte de las tribus del norte, leales al régimen, especialmente tras la segunda guerra mundial. Se hicieron concesiones de tierra y se ofrecieron amplias ventajas a los colonos, como un instrumento de ocupación y de erosión de la resistencia al dominio filipino, dando paso al conflicto actual por la disputa de la tierra. Los descendientes de estos colonos constituyen hoy la población mayoritaria de Mindanao. A la cuestión territorial y religiosa se une la existencia de diferentes tribus, con su idiosincrasia y su lenguaje. Desde los años 70 del siglo pasado existe una creciente conciencia de la islamicidad como hecho diferencial, frente al control por parte del ejército (ley marcial de 1972). Diferentes guerrillas musulmanas lucharon por la auto-determinación del Bangsmoro o Nación Musulmana en Mindanao. El año 1996 se firmó un acuerdo de paz que todavía está en proceso de ser completado. El Frente Moro Islámico de Liberación y el Frente Moro de Liberación Nacional trabajan por el reconocimiento de los derechos históricos y de la cultura de los Moros y de los Lumadnon (tribus nativas no musulmanas), convertidas hoy en “culturas minoritarias”. Actualmente, se calcula que tan solo el 5% de los filipinos son musulmanes, unos 4 millones de personas. La mitad de ellos viven en la llamada Región Autónoma del Mindanao Musulmán, creada tras un referéndum en la única región del archipiélago donde los musulmanes son la población mayoritaria, hasta el 90%. Los musulmanes de Mindanao tienen su propia historia, sus lenguas, sus tradiciones y referencias culturales, y luchan por su preservación.


Danza tradicional musulmana en Mindanao

Tailandia

Existen otros países —como China, Tailandia o Birmania—, donde se viven situaciones de persecución abierta del islam y falta de reconocimiento de los derechos de los musulmanes. Muchos de estos conflictos son el resultado de las fronteras arbitrarias legadas por la colonización, y de las dificultades de encajar una zona étnica, cultural y religiosamente muy diversa en un modelo de Estado-nación de tipo occidental.

En Pattani, al sur de Tailandia, se ha tratado durante años de imponer el budismo (un budismo concebido como religión de Estado, no el enseñado por el profeta Buda, que la paz y las bendiciones de Al-lâh sean sobre él) por la fuerza. Los enfrentamientos entre grupos separatistas y el ejército tailandés han sido constantes desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Durante años, se prohibió todo signo externo que pudiese pasar por islámico, como llevar barba, el uso de turbantes o el hiyab. Se prohibieron las escuelas coránicas y los dialectos propios (de origen malayo), en los cuales está escrita la literatura de los musulmanes de Pattani. A pesar de siglos de dominio militar e imposición cultural tailandesa, los habitantes de Pattani permanecen fieles a sus tradiciones. Al igual que sucede con el budismo tailandés, estas aparecen muy imbricadas con prácticas animistas. En los años ochenta se calcula que había más de 2000 mezquitas en las 38 provincias tailandesas, la inmensa mayoría de ellas en el sur. Los musulmanes tailandeses son mayoritariamente de etnias malayas, pero también proceden de Pakistán, China, Camboya, en el norte. En mayo del 2004, cuando murieron más de cien jóvenes musulmanes que protestaban por la represión de sus creencias. Los jóvenes, en su mayoría adolescentes, se refugiaron en la histórica mezquita de Krue Se, construida en el siglo XVI, que fue tiroteada por el ejército de ocupación con fuego de ametralladoras y mortero. Según la “prensa libre”, se trataba de fundamentalistas islámicos que habían asaltado un arsenal de armas. Sin embargo, tal y como narró el corresponsal de The Angeles Times, entre las víctimas de la masacre (la mayoría adolescentes) no se encontraron más que machetes y pistolas.

El ejército tailandés custodia a cientos de detenidos, 2004

India

La situación de los musulmanes es trágica en muchas zonas de la India. En este gigantesco país se calcula que viven 150 millones de musulmanes, entre ellos decenas de millones de niños no contabilizados por el censo. Superan el 15% de la totalidad de la población, y la inmensa mayoría se ha quedado en la cuneta del despegue económico que experimentó el país en el último lustro. Si el atraso es palpable en el campo, en las ciudades la marginación de los musulmanes se hace más lacerante. Viven amontonados entre montañas de basura de barrios semiderruidos o nunca acabados de construir, sin apenas servicios públicos.

Al dividirse India y Pakistán, el porcentaje de musulmanes que quedó bajo control de Nueva Delhi apenas llegaba al 12% de la población, pero ahora se acerca al 15%. En el distrito de Rampur (40 % de población musulmana), la media de las familias es de cinco hijos. Los niños suelen ir a la escuela hasta los 9 o 10 años, cuando muchos la abandonan para trabajar. Las niñas a esa edad hace ya tiempo que se dedican a cuidar a sus hermanos menores, mientras la madre trabaja en el campo. Pocas son las que acuden a la escuela. El analfabetismo entre musulmanes dobla al de los hindúes, y en zonas rurales supera el 60%.

Hablamos de la construcción de los Estados-nación modernos. Este problema es especialmente dramático en países del llamado tercer mundo, donde no existían hasta la colonización unas estructuras de Estado centrales a través de las cuales construir esa “nación homogénea y gobernable”. En esta tesitura, el Partido fundamentalista hindú BNJ representa un intento de cohesión social bajo la bandera de la religión, una de las más peligrosas en un contexto tradicionalmente abierto, plural, abigarrado. Este intento de homogenización lo sufren especialmente los musulmanes. La construcción de la historia nacional los excluye. Se habla del islam como de una religión extranjera, presente en el subcontinente asiático a raíz de feroces invasiones. El hinduismo es presentado como la religión autóctona, lo propio de los indios. Los musulmanes son, por tanto, unos renegados. Este tipo de planteamientos están presentes en muchos otros países del mundo. En España, sin ir más lejos, se ha tratado de construir una historia nacional en oposición al islam, tratando de inculcar a generaciones la absurda idea de que los musulmanes españoles entre los siglos VII y XVI eran todos árabes y extranjeros.

En los últimos años, la violencia contra los musulmanes ha estallado con una crueldad a veces increíble. Turbas de fundamentalistas hindús asesinando a hombres, mujeres y niños, en pogromos perfectamente calculados desde las instancias del poder. Un caso extremo fue la matanza de Gujarat. El año 2001, fueron asesinados más de dos mil musulmanes, y ciento cincuenta mil musulmanes tuvieron que huir, abandonando sus hogares, sus tierras ancestrales. El escritor indio Arundhati Roy definió lo sucedido del siguiente modo:

“El pasado marzo [del 2001], en la India, en Gujarat, turbas hinduistas de la derecha asesinaron a dos mil musulmanes en una orgía de violencia, haciendo gala de una destreza espeluznante. Tras violar de forma multitudinaria a las mujeres, las quemaron vivas. Arrasaron tumbas y altares musulmanes. Más de ciento cincuenta mil musulmanes han tenido que abandonar sus hogares. La base económica de la comunidad fue destruida. Informes de testigos y de comisiones investigadoras acusaron al gobierno estatal y a la policía de colusión con los actos de violencia. Yo estuve presente en una reunión donde un grupo de víctimas clamaba: Por favor, ¡sálvenos de la policía! Es todo lo que pedimos…”


Pogromo anti-musulmán en Gujarat

Cachemira

Dentro de la India, Cachemira es una de las regiones más ricas del mundo, donde se encuentran grandes yacimientos de oro, esmeraldas y rubíes, localizada en una zona montañosa entre el Himalaya y la cordillera de Pin Panjal. El conflicto se inició en 1947, cuando el marajá de Cachemira, Hari Singh, un gobernante hindú apoyado por los británicos en un Estado con un 90% de población musulmana, decidió arbitrariamente la incorporación de su territorio a la India, para impedir el triunfo de los movimientos populares a favor de la anexión a Pakistán. Desde entonces, tanto Pakistán como la ONU han exigido en varias ocasiones un referéndum sobre el estatuto de Cachemira, nunca celebrado. La negativa India fue el detonante de una primera guerra, entre 1947 y 1948. En 1965 hubo una segunda secuencia de fuertes enfrentamientos. En 1971 se produjo la guerra que llevó a la independencia de Bangladesh. Tras casi tres décadas de frecuentes escaramuzas comenzó la escalada nuclear. Pero no se trata tan solo de un asunto entre Estados por apoderarse de una rica tierra: al margen de los partidos indio y pakistaní, en Cachemira se ha desarrollado un fuerte movimiento separatista autóctono. Los grupos de liberación que operan en Cachemira se dividen en dos grandes tendencias: la favorable a la independencia de Cachemira y a la unificación de las zonas que están actualmente en poder de la India y de Pakistán, y la que busca una unión a Pakistán de la Cachemira India. El problema no puede tener otra solución satisfactoria que una consulta democrática sobre la autodeterminación.

La situación de violencia continua se ceba sobre los civiles. Según Human Rights Watch (HRW), en las zonas de Cachemira controladas por la India, se producen habituales violaciones a los derechos humanos, tanto por parte de los rebeldes que luchan por la independencia, como por parte de las fuerzas de seguridad indias y sus grupos paramilitares. Las acusaciones son concretas, e incluyen casos documentados de ejecuciones sumarias, violaciones, tortura y desapariciones. El 90 % de la población de Cachemira, de 4 millones de habitantes, es musulmana. Para controlarles, se ha establecido un contingente permanente de 700.000 soldados indios. Entre 1990 y 1999, fueron asesinados en “operaciones de limpieza” 65.000 cachemires, incluyendo mujeres y niños. Una media de 20 personas mueren diariamente y los hospitales y las escuelas están siendo bombardeados.

A principios de los años 90, la persecución de musulmanes se recrudeció; el gobierno indio emprendió una brutal política de “hiduización” de Cachemira, acompañada de una represión despiadada contra la población: cierre de los centros de educación islámicos, encarcelamientos masivos, incendio de viviendas, prohibición de los medios de comunicación de orientación musulmana, etc. En Octubre de 1993, en Srinagar, capital de Cachemira, se realizó una operación terrorista a gran escala para eliminar a supuestos activistas musulmanes radicales. Durante la celebración del Namaz (plegaria de los Viernes), se puso cerco a todos los que estaban reunidos en la mezquita de Hazrabtal, ya que las autoridades consideraban esta mezquita como cuartel general de los extremistas musulmanes. El asedio se mantuvo durante un mes y como resultado del mismo, alrededor de 100 personas fueron asesinadas y otras 300 fueron enviadas a prisión sin ningún cargo. Al clima de violencia generalizada contribuye el discurso oficial de las autoridades indias. El Ministro Farooq Abdullah declaró públicamente que las áreas en las que existe presencia islamista deben ser “saneadas”. Para que no queden dudas, el 15 de enero del año 2003 explicó que se debe matar a los islamistas “ya que no hay espacio suficiente en las cárceles”.

Protesta callejera en Cachemira

Palestina

El caso de Palestina es uno de los casos más flagrantes de genocidio en marcha en estos momentos en el mundo. Asistimos a la colonización, subordinación y guetización de los habitantes de un país, con la intención de desplazarlos y ocupar su territorio. La ideología en la cual se apoya esta política es conocida: una forma extrema de nacionalismo que combina lo racial con lo religioso: el sionismo. El conflicto palestino-israelí es político antes que religioso. Tiene que ver con la pervivencia del colonialismo y con políticas de Estado. Para comprender la naturaleza de Israel, varios modelos similares pueden mencionarse: la España inquisitorial, la colonización americana y el exterminio de los indios, el apartheid sudáfricano, además del caso de la Alemania nazi, tantas veces evocado para describir la situación de Palestina. La principal diferencia es que el caso de la limpieza étnica en Palestina está teniendo lugar en el siglo XXI, a los ojos del mundo entero, en la era de las telecomunicaciones, y en un período en el cual ya casi nadie evoca el derecho de los occidentales a colonizar (y mucho menos a exterminar) a los salvajes. Todo lo contrario: en un tiempo histórico en el cual a los mismos políticos que permiten el genocidio se les llena la boca con el discurso de los derechos humanos, la democracia, la libertad, la modernidad occidental, como panaceas universales que deben ser impuestas. Es más: para realizar el genocidio cuenta con el apoyo incondicional de los EEUU, que se manifiesta tanto a nivel político (bloqueo de resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU) como en ayuda económica, que según un informe del Congressional Research Service ha alcanzado en la década 2000-2010 la increíble cifra de 28,9 billones de dólares, utilizados por Israel para reforzar su poderío militar. Y cuenta con el apoyo masivo de los medios de comunicación y de centenares de mercenarios de la pluma, que se hacen pasar por analistas políticos y justifican abiertamente los crímenes más abominables ante las opiniones públicas occidentales.

Aunque el inicio de la colonización se dio bajo el amparo del mandato británico, el inicio de la limpieza étnica en Palestina puede fecharse en el año 1948, el año de la Nakba (catástrofe). Tras la independencia, y ante la resistencia de los palestinos, Israel mató a 13.000 palestinos y forzó el éxodo de otros 750.000 de sus ciudades y de sus pueblos. Cerca de 400 pueblos palestinos fueron arrasados. La ONU adoptó la Resolución 194 donde pide a Israel que permita el retorno de los refugiados. Seis décadas después, Israel sigue ignorando la resolución. Los expatriados se han convertido ya en cuatro millones. El segundo gran momento de expansión fue el año 1967, durante la guerra de los Seis Días, con la ocupación israelí del resto de la Palestina histórica (Cisjordania, Gaza, Jerusalén-Este), el Sinaí egipcio y el Golán sirio. La Resolución 242 de Naciones Unidas exigió la retirada de las tropas israelíes de los territorios ocupados. Israel ha ignorado la resolución, con la implantación de un sistema de control militar cada vez más violento en los territorios ocupados. Desde entonces, la ONU ha ido condenando a Israel, resolución tras resolución, sin que esto afectase en lo más mínimo al desarrollo de sus planes. La política israelí ha sido la de colonizar las tierras palestinas mediante asentamientos ilegales ferozmente armados, con licencia para matar, sitiando a los legítimos habitantes en guetos, destruyendo sus casas para crear asentamientos de colonos y ahogándolos día tras día para forzar su exilio. Cualquier atisbo de resistencia es calificado como “terrorismo” y es aprovechado para realizar castigos colectivos sobre la población civil.

Israel es un Estado no-democrático sino etno-crático, regido por leyes étnicas que otorgan precedencia a los judíos en todos los ámbitos, un Estado racista creado al amparo del colonialismo. Los dirigentes israelíes están llevando a cabo su plan de genocidio de forma sistemática desde su fundación, con total impunidad. Las atrocidades cometidas por Israel en los últimos 60 años sobrepasan lo imaginable. El objetivo último del Estado israelí es expulsar al pueblo palestino de su tierra y construir el Gran Israel, una utopía política fascista. De hecho, los propios líderes israelíes no han ocultado su proyecto: “Tenemos que expulsar a los árabes y ocupar su lugar” (David Ben Gurión); “La partición de Palestina no es justa. Nunca la aceptaremos. Eretz Israel será restituido al pueblo de Israel. Todo él y para siempre” (Menahem Beguin); “No existe nada que se pueda considerar un Estado palestino. Nosotros podemos llegar, echarlos y ocupar el país” (Golda Meir); “No puede haber sionismo, colonización ni Estado judío sin la expulsión de los árabes y la expropiación de sus tierras” (Ariel Sharon a la Agencia France Press, el 15 de noviembre de 1998); “He creído siempre en el eterno e histórico derecho de nuestro pueblo a toda esta tierra” (Ehud Olmert, ante al Congreso de Estados Unidos el 30 de junio de 2006).

Las últimas matanzas perpetradas por Israel se fechan en los años 2006 (bombardeo del Líbano) y en el 2009 (bombardeo del gueto de Gaza). Las autoridades israelíes hablan de “guerra contra Hezbollah” y “guerra contra Hamas”, pero en realidad no hay ninguna guerra, sino la continuación de una política iniciada mucho antes de que Hamas o Hezbollah existieran. Hamas y Hezbollah son calificados como grupos terroristas, tan solo por oponerse al genocidio de sus pueblos. La resistencia armada ha sido convertida por Israel en la única opción posible, de forma perfectamente calculada. Lo que quiere Israel es que haya atentados y una resistencia que se llame a si misma “islámica”, aprovechándose de la islamofobia dominante en occidente para justificar ante la opinión pública occidental (especialmente en los EEUU) la continuación del genocidio. Estos planes son básicamente los mismos desde antes de la existencia de Hamas y Hezbollah. Esta es la lógica del opresor: oprímeles hasta lo insoportable, mata a unos cuantos niños para que otros padres y madres lleguen a la conclusión de que es mejor marcharse o se decanten por la lucha armada, de forma que se pueda seguir matando impunemente, con la excusa del “derecho de Israel a defenderse”. Y mientras, se continúa con la repoblación de territorios con colonos étnicamente puros, lo cual implica traer extranjeros judíos de todo el mundo para ocupar las tierras de los palestinos desplazados.

Toda la política de Israel desde su fundación ha girado entre dos posibilidades: o la expulsión en masa de los palestinos o su concentración en guetos, reservas tribales. Y ha ido moviéndose de un polo al otro según las ocasiones, según los vaivenes de la política internacional. En los intermedios, como táctica de distracción, se emprenden “negociaciones de paz”, como un modo de dar tiempo a la política de hechos consumados. Pero Israel nunca ha querido la paz, ya que la guerra le ofrece el único marco posible para ejecutar sus planes. Cuando se habla de “negociaciones de paz”, se pasa por alto la naturaleza de Israel: se trata de un Estado étnico-religioso en el cual los no-judíos no tienen los mismos derechos que el resto, y son sujetos a todo tipo de arbitrariedades.

A pesar de que existen otros conflictos incluso más graves (Congo o Birmania, por ejemplo), la causa palestina está en el centro de la política internacional. Ha generado una simpatía en todo el mundo, incluidos judíos partidarios de los derechos humanos, que consideran como una infamia la manipulación que el Estado de Israel hace de su tradición milenaria, y que han dejado claro que Israel no es solo la antítesis del judaísmo, sino su peor enemigo actualmente. El Estado de Israel es una afrenta a todos los judíos perseguidos a lo largo de la historia, una afrenta a sus tradiciones y a sus sabios, a sus gentes y a su legado milenario. La causa palestina es hoy considerada en los cinco continentes como la causa de la humanidad, de los derechos humanos, de la supervivencia del hombre en tanto criatura solidaria, de todos aquellos que siguen pensando que los seres humanos pueden reunirse en torno a valores compartidos, más allá de la religión o de la raza, y fundar comunidades respetuosas con la diferencia. Todos somos palestinos.
Víctimas del terror israelí

Birmania

Tal vez el caso más trágico que padecen los musulmanes en el mundo actual sea el de Birmania (o Myanmar). El islam está presente en Birmania desde el siglo IX, a causa de la llegada de mercaderes, marinos y otros viajeros, venidos especialmente del subcontinente indio, pero también de Persia y de Anatolia. A lo largo de los siglos se han ido mezclando con las poblaciones locales, creando una cultura específica, claramente diferenciada de otras poblaciones musulmanas de Asia. A consecuencia del terror inherente a la colonización británica se produjeron desplazamientos masivos de población desde la India a algunas zonas de Birmania, donde los musulmanes son mayoritarios.

Desde el golpe de Estado de 1988 la situación de los derechos de estos colectivos es crítica. Organizaciones internacionales denuncian la práctica habitual de asesinatos extrajudiciales, la tortura, las relocaciones forzadas de poblaciones enteras, la confiscación de tierras, la destrucción de viviendas, los trabajos forzados, el tráfico de seres humanos y la persecución de toda oposición a la Junta Militar gobernante. Las comunidades musulmanas y cristianas han sufrido todos estos abusos, además de otros específicamente anti-religiosos, debidas a que el Estado considera la etnia birmana y la religión budista como elementos vertebradores de la identidad nacional. Una vez más nos situamos ante una manipulación de la religión, utilizada como signo de una identidad nacional refractaria al pluralismo.

Musulmanes y cristianos se enfrenten a graves dificultades a la hora de practicar su religión. La adscripción religiosa de los ciudadanos figura en la carta oficial de identidad, que éstos están obligados a llevar permanentemente. La literatura racista y difamatoria contra el cristianismo y el islam es distribuida ampliamente. La presencia de musulmanes es presentada reiteradamente como una amenaza para la supremacía del budismo y de la raza birmana. En los últimos años han sido documentados casos de asesinatos de líderes religiosos, confiscación de escuelas coránicas y destrucción de templos. Estos crímenes son tolerados e incluso realizados por el propio Ejército. Existe una fuerte censura y restricciones a la edición o entrada en el país de literatura religiosa no budista, hasta el punto de que está prohibida la traducción de la Biblia a las lenguas locales. Resulta muy difícil conseguir permisos para realizar la peregrinación a Meka.

Existen zonas donde se prohíbe la construcción de mezquitas, e incluso se deniega el permiso a reparar las mezquitas existentes. En algunas zonas, los musulmanes son forzados a pagar impuestos especiales, que son destinados a la construcción de pagodas budistas. En ocasiones, éstas son levantadas mediante el trabajo forzado de los propios musulmanes, al lado de las mezquitas en estado ruinoso, y eso en poblaciones sin apenas presencia de población budista. Desde 1983 algunos pueblos han sido declarados como “zonas libres de musulmanes”, y en otros se ha prohibido la ubicación de nuevos residentes musulmanes.

Al margen de la política del Estado, se repiten los pogromos anti-musulmanes. El año 1997 monjes budistas asaltaron una mezquita, armados con palos, y realizaron destrozos de consideración. El 2001 en Taungoo, cerca de 20 musulmanes que rezaban en la mezquita de Ha Tha fueron asesinados. La mezquita fue demolida a petición de monjes budistas locales, en retaliación por la destrucción de los Budas de Bamiyan, en el Afganistán de los talibanes. En casos como este, los musulmanes denuncian la pasividad del ejército, que solo aparece tras dos o tres días de violencia.

La situación se agrava en los distritos de Shan y de Arakan, donde viven importantes poblaciones musulmanas. Los musulmanes de etnia Rohingya, en el distrito de Arakan, no comparten los dos elementos principales de la ideología del Estado: la religión budista y la etnia birmana. El Estado les niega la ciudadanía, lo cual implica restricciones a la libertad de movimiento, la prohibición de realizar determinadas actividades económicas, y la denegación del acceso a servicios públicos básicos, incluidos sanitarios y educativos. El ejército ha realizado confiscaciones masivas de tierras, quemas de pueblos, destrucción de mezquitas, relocaciones forzadas de poblaciones y violaciones sistemáticas. Existen sectores de la población sometidos a trabajos forzados en granjas del Estado, bajo la custodia del Ejército. Estas prácticas han provocado el éxodo de miles de personas, 250.000 de los cuales malviven en campos de refugiados en la frontera con Bangla Desh, mientras unos 110.000 lo hacen en la frontera con Tailandia. La inmensa mayoría de estos refugiados son musulmanes.

Monjes budistas liderando el ataque contra una mezquita


Musulmanes contra musulmanes

Hay que mencionar las persecuciones sufridas por musulmanes/as en países de mayoría musulmana, tales como Sudán, Marruecos, Uzbekistán o Turquía.

Uzbekistán es un caso típico de Estado con mayoría de población musulmana donde el islam es cruentamente perseguido. Por supuesto, no se puede encarcelar a todos los musulmanes en un país con el 80 % de población musulmana, pero la represión hacia todas las manifestaciones islámicas que se consideran fuera del “islam oficial” es rigurosa. Existen leyes que establecen horarios estrictos para la asistencia a las mezquitas, y que prohíben cualquier reunión de carácter islámico “fuera de programa”. La descripción de la represión realizada por Steve Crawshaw, director en Londres de Human Rigths Watch, es muy gráfica:

“La policía en Uzbekistán lleva a cabo descargas eléctricas, palizas y violaciones con el fin de lograr ‘confesiones’ de los detenidos. Los miembros de los servicios de seguridad asfixian a los detenidos con bolsas de plástico, les hacen respirar cloro y les cuelgan de sus muñecas o tobillos en las celdas. El pasado año, unos médicos extranjeros descubrieron que el cuerpo de un preso, que había muerto en custodia, había sido sumergido en agua hirviendo. Sus manos no tenían uñas. Éste es el estilo del régimen de Karimov”.

Esta brutal represión tiene lugar con la complacencia del gobierno de EEUU y otros países occidentales, que han estado ayudando económicamente al régimen, reforzando su ejército en nombre de la “lucha contra el terrorismo”. El régimen recibió 500 millones de dólares de ayudas económicas el año 2003. En un documento dado a conocer en mayo del 2004, el Departamento de Estado de EEUU señalaba que Uzbekistán estaba haciendo “sustanciales y continuados progresos” en lo referente a los estándares sobre derechos humanos y la democracia.

Tal vez el caso más extremo de represión y violencia del islam ejercida por otros (supuestos) musulmanes se está viviendo en Sudán, en la región de Darfur. Las milicias árabes llamados janjaweed irrumpen en las aldeas incendiando casas y matando a todos aquellos que se les oponen. En un informe elaborado por Human Rights Watch se documenta la destrucción de mezquitas, el asesinado de imames y líderes religiosos y la profanación de ejemplares del generoso Corán (aunque resulta difícil de creer, se cagan sobre ellos). En una escuela, los janjaweed violaron a 41 alumnas delante de sus padres. Se habla de ejecuciones sumarias, incendios de pueblos y de aldeas, de la hégira forzada de cientos de miles de personas ante la connivencia del ejército.

Mujeres musulmanas refugiadas en Darfur

Islamofobia

Dentro de la creciente persecución del islam en el mundo hay que situar el auge de la islamofobia, la demonización del islam y el acoso en el que viven las comunidades musulmanas en occidente, en el marco de la llamada “guerra contra el terrorismo”. Sucesivos informes de la ONU, la UE y la OSCE vienen alertando sobre el auge de la islamofobia en occidente.

No podemos obviar que la islamofobia ocupa un lugar destacado en la política contemporánea. No se trata tan sólo del rechazo irracional de un sector de la población, sino de una fobia social inducida desde determinados centros de poder para justificar la suspensión del habeas corpus y el mayor control de los individuos por parte del Estado. La demonización de los musulmanes es parte fundamental de la geopolítica energética de Occidente, y se sitúa entre los mecanismos económicos y políticos que caracterizan el Nuevo Orden Mundial. Existe además una conexión entre la islamofobia y la ocupación israelí de Palestina, actuando la demonización del islam como ideología legitimadora de la colonización y la represión sin límites de la resistencia palestina. Se trata de la ideología marco mediante la cual se genera consentimiento respecto a actuaciones militares (a nivel global) y policiales (a nivel local) que en una situación normal no serían aceptadas.

Esta dimensión ideológica goza hoy en día de gran aceptación en círculos académicos y políticos, y se sitúa en consonancia con las políticas neoliberales de la globalización corporativa. La dimensión ideológica de la islamofobia la vincula con el orientalismo y con el antisemitismo clásico europeo. La islamofobia es un fenómeno con una larga historia, pudiéndose trazar una continuidad desde la Edad Media hasta nuestros días. La demonización del Islam como una religión opuesta a los valores de la cristiandad occidental fue forjada en un momento en el cual los diferentes países (en el contexto de la emergencia del Estado-nación) se configuraban en relación con una religión determinada. Es en algunos sectores del mundo académico y universitario donde se forjan y se mantienen en pie algunos de los mitos más divulgados sobre el Islam.

La aceptación e incluso respetabilidad de la islamofobia en amplios sectores del mundo intelectual y académico occidental resulta significativa, y la diferencia de otras formas de rechazo hacia otros colectivos. Es inimaginable hoy en día encontrar discursos racistas contra negros, judíos o gitanos entre la intelectualidad europea, y sin embargo se constata que numerosos intelectuales aceptan de forma acrítica todos los estereotipos característicos del discurso islamófobo.

Todo ello conduce a las crecientes dificultades que los musulmanes tienen a la hora de practicar su religión (abrir mezquitas, ser enterrados según sus ritos, acceso a la alimentación halal, enseñar su religión, etc.), así como a los cada vez más numerosos casos de ataques a mezquitas, profanación de cementerios y violencia física contra individuos. La islamofobia justifica ante la opinión pública la ausencia de derechos de los musulmanes y los miles de encarcelados sin cargos presos en cárceles de los EEUU, de Francia, de España, de Inglaterra… En todos estos países se reproduce la farsa de las detenciones arbitrarias de supuestas células terroristas, mediante la cual se trata de mostrar a la opinión pública la eficacia de los servicios de seguridad, dar ‘realidad’ a la amenaza terrorista y justificar políticas securitarias frente a las políticas sociales.

Manifestación anti-mezquita en España



Guerra contra el terrorismo

En paralelo al crecimiento de la islamofobia se sitúa la construcción del “terrorismo islámico”, como instrumento del imperio. No nos detendremos en este tema, pues es suficientemente conocido. Bajo el paraguas mediático de la “guerra contra el terrorismo” se esconden intereses financieros y de geo-estrategia internacional. Más allá de si atentados como el 11-S son obra de “yihadistas musulmanes” o de auto-atentados, no cabe duda de que sirven a los intereses de las grandes multinacionales de occidente. Por un lado, justifican intervenciones militares y apoyo a dictaduras, que garantizan el control de las economías y del petróleo y el gas natural de los países musulmanes. Y por otro, sirve para deslegitimar a movimientos de resistencia, como los de Palestina, Chechenia, Cachemira o Mindanao.

En estos y otros casos, los musulmanes sufren la ocupación violenta y la tiranía, y su lucha está plenamente legitimada por los convenios internacionales, incluida la propia Carta de los Derechos Humanos de Naciones Unidas. Se trata de movimientos de liberación idénticos a los movimientos anti-colonialistas del siglo XX. Piden elecciones libres, un referéndum controlado por observadores internacionales que decida su futuro. Sin embargo, la paranoia global sobre el peligro del islam y su carácter expansionista sirve para demonizar estos movimientos. En todas partes donde existe un movimiento legítimo de liberación que choca contra los intereses de las multinacionales, aparece necesariamente el terrorismo, para justificar lo injustificable. La creación de estos grupos y la proliferación de acciones criminales contra la población civil constituyen la excusa perfecta para aplastarlos. Son calificados como “grupos terroristas”, para justificar el envío de tropas y apoyo financiero a regímenes corruptos. Se pretende cortar con la solidaridad tradicional de los musulmanes con los oprimidos. Al mismo tiempo, ofrece la excusa perfecta para aumentar el control policial sobre la población civil, llevando a cabo recortes en los derechos civiles de los ciudadanos. Estos son los que siempre pierden: quienes sufren la violencia terrorista a raíz de la cual se les recortan sus derechos. Para combatir el sentido igualitario del islam, se trata de crear “Estados-nación islámicos” que impongan el “islam moderado” (y muy reaccionario) que interesa a las multinacionales de occidente. Todo ello responde a una lógica perversa, la de los Estados totalitarios que se amparan indistintamente (e incluso alternativamente) en el islam o en los derechos humanos y la democracia, siempre como cobertura de los intereses de las grandes multinacionales.

La destrucción y colonización de Irak y Afganistán se sitúan dentro de esta lógica perversa. Como antaño se utilizaba el discurso de la evangelización de los infieles, hoy en día se apela a su democratización. Tal y como dijo Nietzsche sobre las Cruzadas, se trata tan solo de “piratería a gran escala”. No hemos cambiado tanto, al fin y al cabo.

Fuente: blog Abdennur Prado

domingo, 20 de junio de 2010

Mujeres musulmanas: la mejor excusa de Occidente

El ideario rescatista de Occidente es el mejor constructo político y cultural, y a su vez la mejor excusa. El drama de la mujer musulmana es "útil" a los intereses de Occidente.

Para entender la presente perspectiva global en torno a la relación Islam-genero es preciso tomar en cuenta una importante variable independiente: . Comprender la presente situación de las mujeres en el mundo musulmán requiere un inevitable escrutinio del legado Orientalista, en cuanto a la construcción de la sexualidad árabe-islámica y su re-conceptualización permanente a través de la historia. El Orientalismo ha sido una estrategia sistemática de negación de las características y virtudes del “Otro”, una herramienta de confrontación, intervención y control, tanto político- económico como cultural, de parte del mundo occidental hacia aquella “otra” civilización. (Said, 1990)
Las mujeres musulmanas y sus variadas penurias son “interpretadas”, según conveniencia del poder hegemónico, representado hoy por EEUU y sus lacayos europeos; asimismo son comparadas con un “ideal” occidental de libertad, derechos y bienestar. Modelo de vida lejano incluso para la mayoría de las mujeres de Occidente; pero escaso o nulo debate existe sobre aquello. Cuando se trata de aberraciones o maltratos, la imagen -cual reflejo condicionado-, siempre son las sufrientes musulmanas, ningunas otras.
El objetivo de este escrito no es negar los abusos. Ocurren, es un hecho. El detalle olvidado es que es un hecho masivo, repetitivo, histórico: permea democracias y dictaduras, riqueza y pobreza, ronda al ser humano, por tanto, al Islam, al cristianismo, hinduismo, budismo y/o judaísmo. Las mujeres musulmanas no son la excepción; no sufren ni más ni menos. Sí, están más expuestas, estereotipadas, salen en la tele; básicamente, están de moda; pero es el género el que está preso en una larga y dolorosa historia de jerarquía patriarcal.
Todos hacen sobremesa y comentan con horror la lapidación en Afganistán, la mutilación genital en Somalia o las muertes por honor en Palestina. Burkas y velos se han consagrado como símbolos innegables de subyugación y dolor. Los factores comunes cuando se analizan las causas de estas “particularidades” son, sin objeción, el Islam y lo “árabe”; aún cuando los países aludidos profesen el Islam, entre otras religiones, o bien no sean étnicamente “árabes”. En este caso, Somalia y Afganistán no lo son. Asimismo, respecto de la mutilación femenina es una practica pre-islámica que prevalece hasta hoy y es practicada en diversas zonas de Africa, independiente de la religión que se profese.
Hemos aprendido –hemos sido enseñados- a analizar la realidad a partir de asociaciones espurias, simples, poco sustanciosas… infantiles. El eficiente reduccionismo que ha marcado la lógica Islam-genero prefiere las profecías autocumplidas y olvida “detalles” dignos de incluir en el análisis, tales como: la extrema pobreza, analfabetismo, represión, bombardeos, saqueos y corrupción, todos los anteriores premeditadamente propiciados por Occidente, desde su primera incursión colonialista en zona, allá por el siglo XVIII, hasta su más reciente y aún vigente inmersión en Irak, iniciada en 2003, una práctica milenaria(pre islámica) que se hace en países con diversos credos.
Irónico y paradójico, nosotros, occidentales, estamos tan consternados desde nuestros sillones con las dramáticas historias musulmanas que llegan por tv, que financiamos con nuestros impuestos guerras y compras de armamento, respaldamos el envío de tropas para ir en una aventura salvadora de aquellos -lejanos y culturalmente incompresibles- niños y mujeres. Convenidos de nuestra superioridad moral desperdigamos humanismo a lejanos confines sin percatarnos de nuestro más cercano entorno.
La efusividad no es la misma a la hora de aliviar las desdichas que aquejan a mujeres de Occidente. La determinación es escasa para combatir, por ejemplo, el lucrativo y perverso negocio de trata de blancas. Tampoco ninguna sanción o ayuda humanitaria para erradicar la prostitución de niñas brasileras, cubanas o ucranianas, entre otras. Ni para investigar y castigar a los culpables de las miles de muerte y desapariciones de las maquiladoras en Ciudad de Juárez…. Los femicidios en las zonas rurales de Los Andes…el trafico de drogas en los cuerpos de jóvenes analfabetas de Colombia y Peru…. Etc, etc, etc.
Las mujeres de occidente padecen tristes karmas al igual que las de Oriente pero hay escaso o nulo debate al respecto, ¿por qué? Pues, principalmente, porque a que las éticas liberadoras y los rescates humanitarios son una ilusión…una idea creíble, deseable pero, al fin y al cabo, falsa. El ideario rescatista de Occidente es el mejor constructo político y cultural, y a su vez la mejor excusa. El drama de la mujer musulmana es “útil” a los intereses de Occidente. El drama de las Occidentales no… por el contrario, develar e incrementar la lucidez acerca de la real situación en que vive gran parte de las mujeres occidentales es también minar el autocomplaciente discurso de superioridad valórica en el cual nuestra sociedad se funda y retroalimenta.
En este sentido, apuntar al mundo musulmán tiene múltiples propósitos. No es sólo el contrincante cultural al que hay que desacreditar e invalidar, es, por sobre todo, la llave, el catalizador de la permanencia y supremacía político-económica de Occidente. Que mejor estrategia que reducir la identidad del contendor a un conjunto de íconos y asociaciones negativas: sólo burkas, barbas, violencia e irracionalidad somos capaces de ver entre aquellos que profesan el Islam; lo cual justifica todo tipo de “operaciones de rescate” e intromisiones.
El tema de género y Mundo Árabe es apasionante, precisamente, porque permite revelar la compleja relación política entre Oriente-Occidente. A través de él podemos apreciar una sistemática y exitosa estrategia de consagración del exclusivismo de Occidente como modelo ideal de sociedad. En términos más amplios, las mujeres, su condición, sus desgracias, sus logros, han sido, desde los orígenes de la historia la herramienta política más eficaz; el objeto que permite observar la dinámica y tensión de una evolución socio-cultural monopolizada por una tradición machista.
En el presente convulsionado escenario global, CNN, bastión por antonomasia de la política exterior estadounidense y del cual se pautean -conscientes o no-, todo el resto de los medios a nivel mundial, ofrece propaganda política disfrazada de objetividad noticiosa. La noción de la prensa como “4to poder” es, justamente, debido a su habilidad para “(de)construir” realidades, dramatizar y sensibilizar masas, fabricar estereotipos a partir de simplificaciones, fomentar egos, ignorancias, intolerancias. En concreto, disfrazar intervencionismos, guerras y castigos como deberes morales.
El principal resultado de lo anterior no ha sido más frustración y deterioro. Cada “operación de rescate” trae consigo mayor menoscabo de la condición de las mujeres en el mundo Islámico… mayor represión , mayor hambre, mayor muertes, mayores abusos sexuales, esto último propiciado particularmente por las propias tropas “de ayuda humanitaria”. (Hynes y Lopes Cardozo, 2000)
El caso de las mujeres afganas es emblemático. Ya no salen en CNN y eso no significa que su vejatoria condición haya cambiado al remover a los talibanes del poder. Recordemos que este grupo llegó gobernar Afganistán gracias al financiamiento de Estados Unidos y sus aliados para la compra de armas, construcción de madrasas e impresión de Coranes. El rigorismo religioso de este grupo fue fomentado como contrincante político de la influencia rusa en la zona, así como de la Alianza del Norte, grupo de saqueadores y violadores en ese entonces en el poder, abusivos en extremo con la población, especialmente con las mujeres.
En ese contexto, los entonces amigos talibanes hicieron el trabajo sucio: lavado de cerebro, reclutamiento, adiestramiento, guerra de guerrillas en poblados hasta que lograron la victoria en 1996. En cuanto a las mujeres, ellas seguían viviendo una dramática situación, pero no fue hasta que los talibanes se revelaron al amo cuando los sendos reportajes empezaron a mentalizar la opinión pública mundial. Finalmente, se da la venia a un nuevo bombardeo libertario en una zona que lleva desde 1837 lidiando con las vicisitudes colonialistas de Occidente. Hoy se habla de un Afganistán “democrático”, gobernado por el honorable señor Hamid Karzai, uno de los ex líderes de la corrupta y abusiva Alianza del Norte. Saque usted sus propias conclusiones al respecto.
Actualmente, el turno es de las iraníes, se dice que sufren por el rigorismo religioso de corte shiíta impulsado por el delincuente “nuclear” Mahmoud Ahmadineyad hoy en el poder. Curiosamente, estas nuevas las victimas están también oportunamente relacionadas con los objetivos estratégicos de las potencias occidentales….
En definitiva, las mujeres han sido las victimas y chivos expiatorios de la mayoría de los proyectos fallidos. La excusa a los reales problemas que las eternizan en esta situación de desgracia. No es el Corán el que le niega la dignidad a la mujer sino la instrumetalización política de la religión. El problema no es religioso es socioeconómico y tiene como principal víctima a la mujer.
Una efectiva solución a esta realidad pasa por erradicar el real mal que afecta a las sociedades, tanto islámicas como occidentales, principalmente el machismo, la ignorancia, la pobreza, el analfabetismo; la indefensión, en general. El remedio no está en imponer categorizaciones sino en el real entendimiento de la complejidad del fenómeno. La ignorancia no es una adecuada estrategia para enfrentar el convulsionado presente. “Cada uno debe encontrar la manera de entender y conocer al prohibido “otro” (Said & Barenboim, 2002 )
Fabiola Samhan es Periodista de la Universidad de Chile y Diplomada en Cultura Árabe e Islámica de la Universidad de Chile.
Bibliografía

Hynes, M. & B. Lopes Cardozo (2000). Sexual Violence against Refugee Women. Journal of Women’s Health & Gender-Based Medicine. 9(8). Disponible Online en:
aqui
Jacobs, S.; R. Jacobson; J. Marchbank (2000). States of Conflict: Gender Violence and Resistance. New York: St. Martin Press. Disponible online en:
aqui
Mernissi, F. (1992). El Miedo a la Modernidad. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo
Mernissi, F. (1987). El Harén Político. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo
Said, E. (1990). Orientalismo. Madrid: Editorial Libertarias Prodhudi.
Said, E. & D. Barenboim (2002). Parallels and Paradoxes: Explorations in Music and Society. London: Blomsbury
Rashid, A. (2002). Taliban: Islam, Oil and The New Great Game in Central Asia. London: IB Tauris. Disponible online en:
aqui
Samhan, F. (2006). Las Hijas del Islam. Santiago: Mare Nostrum
Thomas, K. (2007). Sexual Violence: Weapon of War. Forced Migration Review. 27(8). Disponible online en:
aqui
United Nations Population Fund-UNFPA (2006). Sexual Violence Against Women and Girls in War and Its Aftermath: Realities, Responses, and Required Resources. Disponible online en:
aqui
Fuente: webislam

martes, 15 de junio de 2010

Neoconservadores y ex diplomáticos israelíes distribuyen gratis millones de copias de un DVD que incita al odio a los musulmanes


EEUU: la islamofobia viene en DVD

Titulado Obsesión, un vídeo en DVD, producido por el Fondo para la Verdad sobre Medio Oriente (EMET) y Clarion Fund, fundación ligada al grupo israelí Aish Hatorah, describe a los musulmanes como violentos extremistas y, entre otras cosas, compara a la amenaza que plantean los grupos islamistas radicales con la de la Alemania nazi en los años 30, según los críticos del filme.

El Fondo está distribuyendo 28 millones de copias del DVD, insertadas como publicidad pagada en diarios de algunos estados clave para definir la elección presidencial del 4 de noviembre, como Florida, Michigan y Ohio. Según las últimas encuestas, ninguno de los dos candidatos principales tiene hasta el momento ventaja en ellos.

Tanto el senador John McCain, aspirante del oficialista Partido Republicano, como su par Barack Obama, del opositor Demócrata, podrían obtener allí una victoria que sería un paso vital en su marcha hacia la Casa Blanca.

Por lo menos dos diarios importantes se negaron a incluirlo en sus ediciones, por considerar que el contenido del vídeo era tendencioso. Uno de ellos fue el St. Louis Post-Dispatch.

Aunque el Clarion Fund financió la iniciativa, fue el EMET quien organizó y supervisó la distribución del DVD, dijo a IPS el portavoz de esa organización, Ari Morgenstern, ex funcionario de la oficina de prensa de la embajada israelí en Washington.

El EMET se define, según una gacetilla de prensa difundida por el grupo, como "una organización sin fines de lucro, no partidista, dedicada a la investigación y análisis sobre la democracia y el Medio Oriente".

En los documentos que presentó la organización para obtener exenciones de impuestos, señaló que su actividad es "realizar seminarios, debates y filmes educativos, en los que participan expertos en Medio Oriente, para informar a quienes toman decisiones políticas y al público en general sobre las amenazas comunes que enfrentan Estados Unidos e Israel".

Morgenstern agregó que el EMET se asoció con el Clarion Fund en lo que denominó el "Proyecto Obsesión", al que identificó como "una iniciativa" de su organización. No reveló quiénes lo financiaron. El portavoz del Clarion Fund, Gregory Ross, también se negó a hacerlo.

Asimismo, Morgenstern declinó precisar el costo de distribución del DVD, aunque admitió que se trata de "un esfuerzo multimillonario". Algunos expertos han estimado que la reproducción y distribución del vídeo habría demandado entre 15 y 50 millones de dólares.

El EMET se opone a cualquier concesión territorial que Israel pueda hacer a los palestinos y habitualmente adopta posiciones que se identifican con las del derechista partido Likud de ese país y los intereses de los colonos que habitan los asentamientos judíos ilegales en Cisjordania.

"Nos consideramos revolucionarios intelectuales", declara el sitio de Internet de la organización. "Emet" significa "verdad" en hebreo.

Hace dos semanas, el EMET organizó el Seminario de Políticas Sheldon Adelson, así bautizado en homenaje a un magnate de la industria hotelera y de casinos, fuerte contribuyente de organizaciones sionistas derechistas en Estados Unidos, como Freedom's Watch y la Coalición Judía Republicana.

Estos grupos se esfuerzan para persuadir a los votantes judíos estadounidenses acerca de que Obama está alineado con fuerzas radicales antiisraelíes en el mundo musulmán.

El cuerpo de asesores del EMET incluye a varias figuras del campo neoconservador estadounidense y a tres ex diplomáticos israelíes, incluyendo a un ex viceembajador en la representación de ese país en Washington.

La directora del grupo es Sarah Stern, que comenzó su activismo en oposición a los acuerdos de paz firmados por israelíes y palestinos en Oslo en 2003. Entre 1998 y 2004 se desempeñó como coordinadora de políticas de la ultraderechista Organización Sionista Estadunidense.

Entre los asesores del EMET se encuentran la ex embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas Jane Kirkpatrick, el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) James Woolsey y Meyrav Wurmser, nacida en Israel y esposa del ex asesor principal sobre Medio Oriente del vicepresidente estadunidense Dick Cheney, abanderado de los neoconservadores.

Entre los ex diplomáticos israelíes figuran Yossi Ben Aharon y Yoram Ettinger, dos de los embajadores calificados como "Los Tres Mosqueteros" por el ex primer ministro de Israel Yitzhak Rabin por sus esfuerzos para frustrar los acuerdos de Oslo.

Ambos, junto con el tercero de ese grupo, Lenny Ben-David, están desde hace años estrechamente ligados con el partido Likud.

Pero el EMET no es el único grupo vinculado con Obsesión que tiene lazos directos con Israel.

Honestreporting, una organización creada por Aish Hatorah, y vinculada con Ben-David, admitió a IPS que contribuyó a la producción del DVD.

El Clarion Fund y Aish Hatorah están dirigidos, respectivamente, por los gemelos Raphael y Ephraim Shore, canadienses de origen israelí.

"Aparentemente, el Clarion Fund es una organización 'virtual' que funciona como fachada de Aish Hatorah. No tiene personal ni una dirección física", dijo a IPS Ibrahim Hooper, portavoz del Consejo para las Relaciones Islámico Estadounidenses.

IPS pudo establecer que uno de los financistas del grupo es la Fundación Mamiye, que le otorgó 25 mil dólares en agosto de 2007.

Las personas o compañías extranjeras, además de las organizaciones sin fines de lucro, tienen prohibido por la legislación electoral de Estados Unidos intentar influir en los resultados de los comicios a través de su prédica o sus contribuciones de campaña.

Morgenstern señaló que el DVD sólo se distribuye en los estados que son clave para definir las elecciones de noviembre porque allí está concentrada la atención de los medios de prensa. Agregó que la intención es fomentar un debate público sobre las amenazas del "islamismo radicalizado".

Hooper declaró que su organización presentó una queja ante la Comisión Federal Electoral para que investigue las actividades del Clarion Fund, por su condición de entidad sin fines de lucro.


Ali Gharib y Eli Clifton- IPS
MUNDO ARABE.ORG

¿Son el burka y el niqab armas políticas?¿Un debate interesado?

La moción presentada este miércoles por el PP en el Senado, que insta al Gobierno central a la prohibición delburka y el niqab en los espacios públicos, está generando una gran polémica. No queda mucho para las elecciones catalanas y ha sido precisamente la presidenta del partido conservador en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, la portavoz de esta iniciativa en la Cámara Alta.

Cataluña es una Comunidad con una importante presencia de inmigrantes -musulmanes y de otras religiones, etnias y nacionalidades- que ha generado en las últimas fechas algunas noticias relacionadas con supuestos problemas de convivencia. El Partido Popular de Badalona repartió hace unos meses pasquines muy críticos con los inmigrantes; en estos figuraba una foto con una pancarta colgada en un vecindario que rezaba "no queremos rumanos".

Pero en la comunidad catalana hay un protagonista que va cobrando relevancia conforme pasa el tiempo. Es el caso de Josep Anglada y su partido, Plataforma per Catalunya, que afirma luchar "contra la invasión islámica" y que ha liderado en diversos ayuntamientos iniciativas contra los inmigrantes que profesan esta religión. No es una coincidencia que en la localidad de Vic, donde Anglada es concejal junto a tres compañeros de partido, se aprobara una moción para retirar el padrón municipal -y con ello, la posibilidad de ser atendidos por una Sanidad que en España es universal- a aquellos inmigrantes que no estuvieran regularizados.

Los tiempos políticos no favorecen precisamente los debates sosegados; mientras los comicios autonómicos se acercan, en plena crisis económica y social, diversos consistorios catalanes ya están preparados para debatir esta proposición. Procede en este sentido plantearnos la pertinencia de este debate: ¿representan prendas como el niqab y el burka actualmente un problema ante el que haya que tomar medidas inmediatas? ¿Hay intereses que no se han puesto de manifiesto con la misma intensidad que los supuestos problemas a debatir?

Artificial e interesado

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia y activo luchador contra agresiones xenófobas y delitos de odio desde hace décadas, se muestra claro: "Para nosotros, ni el niqab ni el burka deberían ser permitidos porque la ocultación total del rostro implica trasladar problemas de seguridad ciudadana a terceros. Pero más allá de estas dos prendas, opinamos que no hay que plantear ningún otro veto a símbolos religiosos como el pañuelo -hiyab- o el velo, ya que no generan ningún tipo de contradicción con la legislación religiosa en España".

No obstante, Ibarra alerta de lo que parece más importante: "De todos modos no es un elemento sobre el que haya que debatir ahora mismo, no se trata de un problema real. El tipo de Islam que tenemos no utiliza el burka ni el niqab, por eso consideramos que es una polémica artificial, que pretende desviar la atención de los principales problemas. Por eso advertimos de que introducir esta polémica va a provocar un crecimiento de la islamofobia".

La extrema derecha europea y catalana

El Movimiento contra la Intolerancia percibe también un importante factor político en una posible apertura interesada de este debate: "Hay una islamofobia creciente alentada por una formación de ultraderecha, Plataforma per Catalunya, que ha pedido que se elimine el derecho a construir mezquitas en Cataluña. Nos preocupa que partidos democráticos como CiU o el PP incorporen discursos que defiende esta formación".

Un fenómeno que no es exclusivo de la comunidad catalana: "En estos momentos la ultraderecha europea está agitando la islamofobia de manera visceral: Austria, Holanda, etc. Nos encontramos con los mismos carteles en toda Europa. Pedimos a los partidos democráticos que no se dejen embaucar por la ultraderecha xenófoba e islamófoba".

Los musulmanes responden: una asociación perversa

En este tipo de casos, son pocos los medios de comunicación que se dirigen a recabar la opinión de las comunidades islámicas asentadas en España. El testimonio de Abdennur Prado, presidente de la Junta Islámica de Cataluña, nos ofrece un punto de vista sumamente interesante, en el que coincide con Esteban Ibarra: "Nos parece un debate y una polémica absolutamente artificial. No hay apenas burkas en Cataluña ni en España. Están queriendo poner en primer plano de actualidad un fenómeno prácticamente inexistente".

¿Una cortina de humo? Muchos manuales de sociología critican ciertas medidas represivas como el reflejo del fracaso de las administraciones a la hora de integrar a los distintos colectivos cuando existen situaciones de fuerte desigualdad; Abdennur Prado lo expresa de otro modo: "Lo peor es que esto sucede mientras los problemas reales de las comunidades musulmanas no les importan. Esta cortina de humo cubre un debate que debería estar teniendo lugar: las dificultades que tenemos los musulmanes para abrir mezquitas, para ser enterrados de acuerdo con nuestras creencias... Estamos hablando de derechos que no nos son concedidos. Estamos discriminados en muchos sentidos por la religión mayoritaria. Muchas veces no somos tratados como ciudadanos".

"Lo que queda al final en el imaginario colectivo no tiene nada que ver con el Islam: resulta completamente artificial vincular a los musulmanes con estas dos prendas; hay un millón y medio de musulmanes en España, ¿cuántos burkas hay? ¿Entonces, por qué estamos debatiendo sobre esto?" afirma el presidente de la Junta Islámica catalana.

Lógicamente en este problema se produce una asociación entre intereses políticos y la función, no siempre rigurosa, de los medios de comunicación social: "Todo el tema del Islam en la agenda política y en los medios implica asociación con temas negativos; en el imaginario colectivo se acaba vinculando Islam a burka y niqab cuando eso es absolutamente falso. Esto alimenta los recelos por parte de muchos sectores de la sociedad y derechiza la política. Los partidos democráticos están abriendo ese espacio a la extrema derecha", afirma Abdennur Prado.

Este tipo de colectivos, no siempre tenidos en cuenta por las administraciones, destacan la perversidad que se puede producir en estos debates: "Claro que hay corrientes fundamentalistas, pero, por qué no "empoderamos" corrientes ya existentes que impulsan un Islam democrático y de igualdad de género? Si hiciéramos una encuesta veríamos que somos mayoría. ¿Por qué no nos apoyan entonces?" Preguntas que, por ahora, se quedarán en el tintero.

Autor: Andrés Villena Oliver - Fuente: Telecinco

Lo que no se cuenta sobre Afganistán.

Cuando hablamos de Afganistán lo único que se piensa es en que hay que liberar a la mujer del Burka, como si eso fuera lo único importante y justificara todo lo demás, pero la verdad nos la cuentan sus verdaderos protagonistas, los afganos.



sábado, 12 de junio de 2010

Euroislam 'versus' islamofobia

En la Europa de hoy el chivo expiatorio ideal es el musulmán: él es "de fuera" y nosotros somos "europeos"
En Europa, la islamofobia ha llamado a la puerta de la política y una mano interesada se la ha abierto. La islamofobia ha comenzado un proceso de institucionalización. El referéndum sobre los minaretes suizos del pasado noviembre y el debate inconcluso en la Asamblea francesa a propósito de la identidad nacional así lo indican. El islam, sin él pretenderlo, ha entrado en el juego político de las naciones europeas, a empujones y de mala manera. La resonancia de la minaretada será larga. La tentación de la extrema derecha europea de atacar al islam seguirá adelante.
En España, país cuyos límites por la derecha no están claros, el asunto puede ser peliagudo. Las pastillas del avecrem islamófobo están fabricadas hace tiempo. Sólo falta hacer el caldo. El desmedido debate de las últimas semanas por el hiyab de Najwa no es nada halagüeño.
El musulmán se está convirtiendo en Europa en el chivo expiatorio. El fenómeno también ha llegado a España
En Francia, Sarkozy se muere por arrancarle votos a Le Pen. En Holanda, Dinamarca, Bélgica e Italia, partidos protofascistas ya vienen cultivando el voto xenófobo, con creciente éxito en cada cita electoral. El pluralismo religioso, de antiguo consagrado en las distintas constituciones y luego en el artículo 10 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, está, cuando menos, tocado.
La UE cuenta con unos 20 millones de musulmanes (unos 50 en todo el continente, sin contar a Turquía), de los que 1,2 millones viven en España (en torno al 2,5% de la población). Se suele convenir en que su origen es la inmigración. Tal visión es poco exacta y tendenciosa, pues el grueso de los musulmanes de la Unión lo forman segundas y terceras generaciones nacidas y socializadas en Europa. No hay conflicto social sin trampas lingüísticas. En este caso, la artimaña es preposicional: se habla por lo general del "islam en Europa", cuando de lo que se debería hablar es del "islam de Europa".
El islam europeo es urbano y reivindicativo. Sus aspiraciones son identitarias, y se basan en un cultivo emocional de la fe distante de las formalidades teológicas. Frente a la práctica pietista y privada de sus mayores, los jóvenes musulmanes reclaman un islam que no se arredre en la esfera pública, con una identidad sociocultural propia, netamente europea, distinta de la de otros ámbitos islámicos (el árabe, el africano, el indio, el malayo). Y exigen, pues la juzgan inefectiva, la igualdad plena de derechos y libertades.
A todo esto es a lo que se ha dado en llamar, grosso modo, euroislam, una denominación que hasta la fecha es más sociológica que doctrinal. Pues este islam que se quiere sincrético y en contexto aún está en ciernes, aún debe establecer mecanismos que compaginen la profesión de fe con el compromiso con la común ciudadanía europea.
Fouad Alaoui, vicepresidente de la Union des Organisations Islamiques de France, ha incidido recientemente en la obligación de los musulmanes de Europa de "poner en marcha una escuela jurídica musulmana específicamente europea, ya que se dan todas las condiciones para que por fin vea la luz" (Le Monde, 5-12-09). Es un reto que entronca con la actuación del Consejo Europeo para la Fetua y la Investigación, establecido en 1997 en Dublín, y que viene dando respuesta a las inquietudes de los musulmanes europeos que precisan de directrices aclimatadas a sus circunstancias (por ejemplo, sobre los matrimonios con no musulmanes; la práctica homosexual; la firma de hipotecas usurarias; la alimentación no halal), ignoradas en los tiempos y latitudes en que se codificó la jurisprudencia islámica clásica, el fiqh, en vigor hasta hoy para todos los musulmanes. Es esta concepción normativa una forma primera del euroislam.
Existe otra, encabezada por el suizo Tariq Ramadan, que vindica un euroislam holístico, esto es, despojado de cualquier carácter ad hoc y más pendiente de la inclusión de la cosmovisión islámica en el orden cosmopolita en construcción. Esta segunda concepción sospecha que, de llegar a formularse, el nuevo fiqh europeo al que se refiere Alaoui acabaría limitándose a la mera gestión de la fe, con lo que el islam no saldría de su reducto de especificidad problemática y se perpetuaría desde dentro el planteamiento binario ellos/nosotros.
Las aspiraciones de los musulmanes europeos están llamadas, como es lógico, a desembocar en el juego político. O bien porque los partidos establecidos se interesen por ellas, o bien porque se funden otros nuevos. Quienes abogan por la plena ciudadanía del islam europeo ya hablan de la necesidad de crear partidos de corte islámico, consagrados a la defensa de los intereses de los musulmanes dentro del orden democrático de cada Estado (en Francia, Suiza, Dinamarca y España hay proyectos en este sentido, que no por ser de difícil culminación dejan de ser sintomáticos). Si hubo y hay partidos democristianos (el Partido Popular Europeo engloba a varios), no debería extrañarnos que acabe habiendo partidos demoislámicos, que breguen en la arena política europea. No es una perspectiva demasiado futurista. ¿Que si es deseable? Por qué no, todo menos quedarse en casa, autoexcluidos, autocensurados, incubando lo imposible.
Todo tiempo de crisis (y Europa no sólo está en crisis económica y no sólo ahora) busca un chivo expiatorio, alguien que simbólicamente sea responsable de ella, un nuncio del torcimiento de los tiempos. Es como cuando rompemos un vaso y miramos a la persona que más cerca está de nosotros: si no hubiera estado tan cerca...
En la Europa de hoy el chivo expiatorio ideal es el musulmán: él es "de fuera" y nosotros somos "europeos" (es como si los no europeos fueran satélites de la verdadera humanidad, la euroamericana, que ha obtenido de la Historia un certificado de ejemplaridad); él cree y nosotros no creemos; él es arcaico y nosotros modernos; él es antidemocrático y antidemócrata y nosotros sumamente democráticos y demócratas; en resumidas cuentas: él es visible, excepcional, y nosotros no, nosotros somos corrientes. ¡Qué desfachatez, ser visible! ¡A estas alturas!
Ante este estado de cosas, el euroislam se juega su futuro a manos de los creyentes, desde luego, pero también de la islamofobia. Las políticas y los miedos hacia el islam serán decisivos. Si cuajan en una islamofobia triunfante, triunfarán a su vez formas de militancia islámica agresivas; se impondrá el repliegue traumático a costa de la apertura participativa. Por contra, potenciar un euroislam ilustrado es el mejor seguro contra los afanes segregadores de quienes hoy aún son una minoría, guardiana de las esencias de una Europa reconcentrada y monolítica.
Decía Bertolt Brecht que "Suiza es un país célebre por la libertad que puede disfrutarse en él. La trampa es que hay que ser un turista". Hasta cierto punto, Suiza puede seguir su siempre singular camino. Pero el club europeo no puede permitirse que Europa se convierta en un parque temático de las libertades.
Luz Gómez García es profesora de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid y autora de Diccionario de islam e islamismo.
Fuente: webislam

viernes, 11 de junio de 2010

¿PUEDE SER TERRORISTA UN ATAQUE COMETIDO POR UN NO MUSULMÁN?

El Consejo sobre Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR), la organización más importante de los musulmanes estadounidenses, exige al Gobierno nacional que el ataque suicida en Texas sea reconocido como un acto terrorista.
El pasado febrero, Andrew Joseph Stack III hizo estrellar su avioneta monomotor contra un edificio de siete pisos después de incendiar su propia casa. En la nota que dejó el suicida describió una vieja y agria disputa con el Servicio de Recaudación Interna (IRS), dejando en claro que sentía odio hacia el Gobierno. “La violencia no solo es una respuesta, es la única respuesta posible”, señala un fragmento de la nota.
Pocas horas después del ataque, el jefe de la policía en Austin, Art Acevedo, aseguró a los reporteros que el incidente es “un acto criminal cometido por un individuo”. Su opinión fue compartida por el portavoz de la oficina del FBI en San Antonio, al declarar que ha sido “un caso criminal de ataque contra un oficial federal” y que el hecho no será considerado como un acto terrorista.
Entretanto, varios expertos (y no solo musulmanes), ven las acciones de Stack y no comprenden en qué se diferencian con aquellos actos perpretados con motivos políticos y que suelen ser tratados de terroristas.
“Para impedir que el Gobierno obtuviera dinero él quemó su casa. Para evitar eso mismo estrelló su avioneta”, dijo Ken Hunter, cuyo padre Vernon, antiguo empleado del IRS, fue la única víctima fatal del ataque de Stack. “Este no es el acto de un patriota, sino el de un terrorista”.
Stratfor, una firma global de inteligencia con sede en Austin, señaló que la retórica de la nota de Stack se asemeja mucho a lo que se describe como terrorismo según la llamada Ley Patriota. Según esa definición, un acto terrorista tiene por objeto “intimidar o ejercer coerción sobre una población civil para influir en la política de un gobierno mediante el asesinato o el secuestro”.
Su opinión es compartida también por Michael McCaul, un legislador republicano de Texas, cuyo distrito incluye a Austin. “Cuando uno estrella un avión contra un edificio federal para matar gente, eso se ajusta a la definición de terrorismo”, afirmó.
“La posición de muchos individuos e instituciones parece ser que ningún acto violento puede etiquetarse como 'terrorismo' a menos que sea perpetrado por un musulmán”, concluyó Nijad Awad, director del Consejo sobre Relaciones Islámico-Estadounidenses, con sede en Washington, y reconocido luchador contra lo que él define como “islamofobia”.
fuente. actualidad

jueves, 10 de junio de 2010

Protestas por la Mezquita en la zona 0

Una manifestación en protesta contra el proyecto de construcción de una mezquita en la Zona Cero, en Manhattan, ocurrió el domingo pasado, organizada por la organización "Detengamos el Islam en América" (SIOA por sus siglas en ingles), "No creemos en el diálogo religioso" informó SIOA, tras las declaraciones de los organizadores de que el centro "seria impulsado por la comunidad, sirviendo como una plataforma para las reuniones entre las comunidades y la cooperación en todos los niveles, proporcionando un espacio para que disfruten todos los neoyorquinos".
La American Society for Muslim Advancement y la Cordoba Initiative, dos organizaciones que trabajan para mejorar las relaciones de los musulmanes con Occidente, recibieron la autorización del órgano municipal del bajo Manhattan, en Nueva York, para construir una mezquita cerca de la Zona Cero. La particularidad es que el complejo llevará el nombre de Córdoba "en recuerdo de la tolerancia y el respecto entre musulmanes, cristianos y judíos que vivieron juntos en armonía y prosperidad hace ocho siglos".
La polemica por supuesto estaba servida entre quienes insisten en seguir confundiendo politica con religión y terrorismo con cualquier valor humano y espiritual que defienden todas las religiones.
Seguir leyendo mas:
aqui
aqui

miércoles, 2 de junio de 2010

El trato de los musulmanes hacia los judios.

El respeto y reconocimiento que muestra el islam hacia las otras religiones (judaísmo y cristianismo) es un ejemplo de tolerancia, que le concede el honor de ser la única religión de las tres religiones monoteísta que reconoce a las otras dos , además todos los mensajeros anteriores ( el ejemplo de Noé , Abraham , moisés , y Jesús ) son considerados pilares fundamentales en la construcción del edificio islámico .

Edito: (Edito una explicación a la entrada para explicar el párrafo anterior, al hablar de que el islam es la única religión de las tres que reconoce a las otras dos quise decir que las reconoce como "religiones verdaderas" venidas de Dios, en ningun caso lo puse en sentido de desprestigiar o no reconocer la tolerancia religiosa que ambas practican, por eso en el Islam veneramos por igual a Jesús y a todos los profetas del judaismo. Ni el cristianismo ni el judaismo veneran ni reconocen como profeta verdadero al profeta Muhammad, profeta del Islam, esto es lo que quise explicar, por eso edito la entrada y pido perdón a quien pueda haberse ofendido seguramente al no explicarme yo bien.)

Muhammad, el Mensajero de Allah, tenía un vecino judío que lo perjudicaba al arrojar basura todos los días en el frente de la casa de Muhammad; como contrapartida el profeta Muhammad era clemente y gentil con él, no lo insultaba ni lastimaba, de hecho lo trataba con amabilidad y tiraba la basura lejos de su casa para no discutir con él. El profeta Muhammad vivía con el propósito de mantener una buena moral y buena educación para ayudar a las personas a sobreponerse del sufrimiento.
Un día su vecino había dejado de arrojar basura hacia la casa de Muhammad, el Mensajero de Allah; no encontrando la basura en el frente de su casa, el profeta Muhammad pensó que tal vez su vecino judío estaba enfermo, por lo que decidió visitarlo.
El Profeta fue a la casa de su vecino a visitarlo, y lo encontró enfermo como él suponía. Habló con él de forma amable y le deseó que se recuperara.

Ese es el verdadero islam, el del respeto y el buen trato a cualquier ser humano.

Así se fundó el islam a base del respeto hacia los judíos y cristianos que gozaron del derecho a la libertad religiosa dentro del primer estado islámico creado en Medina en el siglo VII.

De los estatutos de Medina se destaca:“A los judíos les incumbe su religión [modo de vida y creencias, son libres para sostenerlos], sus protegidos y su hacienda, y los musulmanes tendrán el suyo, excepto quien obre iniquidad [de ambos grupos] y delinca, el que por cierto solamente se perjudica a sí mismo y a su familia “También el segundo califa, “Omar B. al – Jattab, al entrar en Jerusalén hizo un convenio de seguridad con los cristianos en el que consta que éstos, sus iglesias y sus cruces están seguros y que no se debe obligar a ninguno de ellos a dejar su religión. Prueba de ello es que las Iglesias cristianas en Tierra Santa se mantienen intactas.

Esta línea islámica moderada concedió a los musulmanes un carácter tolerante que les permitió dar un gran ejemplo de civilización al recibir en sus tierras a los judíos después de ser masacrados y expulsados por los nacis el siglo pasado. Ya en la edad media los judios que huían de la inquisición y los que fueron expulsados de España se refugiaron en los países árabes y en Marruecos, donde fueron recibidos con los brazos abiertos y donde hasta hoy en día existen sus comunidades.