sábado, 19 de septiembre de 2015

Silenciar la voz del miedo, silenciar las mentiras y la xenofobia

Una parte de Europa abre de par en sus brazos para abrazar a sus hermanos sirios y otra, afortunadamente minoritaria, se parapeta

Es responsabilidad de todos neutralizar el auge de la xenofobia en el territorio europeo, que lanza mensajes humillantes que abarcan desde la esfera civil a la política

La ciudadanía tiene en su mano reaccionar e impedir que se agudice la vergüenza

Una periodista húngara propinando una zancadilla a un refugiado sirio. Una escuela deportiva de Getafe acudiendo a su auxilio (Osama Abdul Mohsen acaba de llegar a España y entrenará a un equipo de fútbol)…  Son las dos caras de una misma realidad. La primera esconde cobardía. La segunda rebosa humanidad. Una parte de Europa abre de par en sus brazos para abrazar a sus hermanos sirios y otra, afortunadamente minoritaria, se parapeta en el miedo a que la llegada de refugiados al viejo continente tambalee lo que se han atribuido de uso exclusivo suyo, son los denominados #PrimerosLosDeAquí.
En palabras del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, “la acogida de refugiados no es solo una prioridad, es un derecho. No hay creencias, religiones o filosofías cuando se trata de refugiados”.
La llegada masiva de refugiados, sobre todo de Siria, a las puertas de Europa ha despertado una ola solidaria sin precedentes, pero también ha supuesto el auge de la xenofobia en el territorio europeo, con mensajes humillantes que abarcan desde la esfera civil a la política. Durante estas últimas semanas hemos sido partícipes de “discursos del miedo” vertidos por dirigentes europeos en relación a la llegada de refugiados sirios al continente. No sólo han sido versiones de partidos ultraderechista los que han intentado sacar rédito político del temor de sectores de la población, sino también dirigentes de centroderecha han antepuesto la seguridad a la solidaridad. En el caso de España, su Gobierno solicitó, en un principio, el aumento de los controles a los solicitantes de asilo procedentes de Siria ante el temor de que entre los refugiados se infiltraran terroristas. “Entre los sirios que entran hay muchos yihadistas. Son personas que un día ponen una bomba en cualquiera de nuestras ciudades”. Esta afirmación miope de la verdadera realidad corresponde a un dirigente político de nuestro país. La avalancha de críticas hizo que el Gobierno cambiara su postura y adoptara el mensaje de la solidaridad.
Se ha hablado del robo de pasaportes vírgenes en Siria para permitir que potenciales terroristas puedan adaptar una identidad falsa. Pero el yihadismo internacional no necesita de estas artimañas. Porque es una red lo suficientemente organizada como para disponer de pasaportes europeos sin necesidad de sustraer unos inservibles salvoconductos sirios para intentar entrar en Europa por el la zona más controlada actualmente. “El Estado Islámico no tiene necesidad de exportar combatientes a Europa porque los importa de Europa”. Estas son palabras pronunciadas por un miembro del Centro de Seguridad e Inteligencia Estratégica de Bruselas.
Las redes sociales también se han convertido en un coladero de mensajes que suponen un salvaje atentado contra los derechos humanos, al que hay que poner freno. Alemania ha tomado la delantera y ha pedido a Facebook que tome medidas en la búsqueda y eliminación de contenidos xenófobos en este sitio web en el país germano. Y ya ha anunciado que así lo hará. En España todavía no se ha tomado ninguna iniciativa en este sentido. Pero los usuarios españoles sí tenemos en nuestras manos rechazar de nuestros muros cualquier mensaje xenófobo que se cuele. Es un gesto de responsabilidad.
Esta crisis humanitaria también está suscitando quejas infundadas sobre el gran reto que supone integrar en las sociedades europeas a cientos de miles de personas que tienen otra cultura. Pero la ciudadanía no se debe poner una venda en los ojos cuando se nos llena la boca de globalización. Ya lo dijo el desaparecido Premio Nobel alemán, Günter Grass: “Todas las grandes culturas surgieron a partir de formas de mestizaje”.
La plataforma ‘Bienvenidos Refugiados España’ está convencida de que la fuerza de la solidaridad es tan grande que es capaz de acallar las voces que se escudan en el mensaje hueco del miedo a que los refugiados sirios vengan a quitarnos lo que es nuestro.
Ellos no se exponen a un vía crucis plagado de riesgos, penurias y salvajes humillaciones, como las que han sufrido en las últimas semanas en Hungría (siendo el súmmum de la intolerancia la carga policial a la que se han visto sometidos en la ‘valla de la vergüenza’, que no tiene nombre), ni tampoco dejan en manos de la suerte a sus niños porque crean que lo que Europa les ofrece es mejor que lo que tenían.
Han cruzado el Mediterráneo y los Balcanes huyendo de la guerra. Huyen de la barbarie, que dura ya cuatro años, dejando atrás hogares con todo lo que ello significa: familia, amigos, proyectos, ilusiones….No nos vienen a quitar nada. No han dicho adiós a su vida en su país por voluntad propia.
La guerra los ha obligado a hacerlo. Y ahora solo quieren empezar de nuevo, con la maleta vacía porque la metralla y las bombas se los ha arrebatado todo, menos la esperanza. Bienvenidos Refugiados España insta a la gente de bien para que esa esperanza no sea una utopía. Entre todos y todas debemos impedir que se empañe con mensajes y discursos carentes de lógica.
La presencia de 350.000 refugiados de guerra en Europa solo representa el 0,1 % del volumen de población total de la UE. En Líbano, donde la situación socioeconómica es mucho peor que la nuestra, uno de cada cuatro residentes es sirio.
Los españoles también fuimos refugiados. España fue Siria entre 1936 y 1939 y a nuestra gente también les movió el impulso vital de la supervivencia. A aquellos que profesan mensajes excluyentes habría que recordarles que solo a Francia habían huido al finalizar la guerra civil 500.000 españoles, algo más del 2% de la población total del país.
Como dijo el desaparecido escritor y humanista José Luis Sampedro: “Gobernar a base de miedo es muy eficaz y hace que no se reaccione”. Pero el pueblo tiene en su mano reaccionar e impedir que se agudice la vergüenza. Nuestros hermanos sirios se merecen ser bienvenidos con un abrazo de fraternidad.
BIENVENIDOS REFUGIADOS – ESPAÑA


Documentación de consulta:
Presidency conclusions following today’s Justice & Home Affairs Council (pdf): http://ow.ly/2bvdnN #migrationEU #refugeecrisis #EU2015LU

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