En el año 1187,el 2 de octubre, Saladino reconquista Jerusalén para los musulmanes, no hubo matanzas ni saqueos.
Un siglo antes, en la toma de Jerusalén por parte de los francos, según el cronista Ibn Al Atir, “ a la población de la Ciudad Santa la pasaron a chuchillo los franis estuvieron matando musulmanes durante una semana, a los judíos los reunieron en su sinagoga y allí los quemaron vivos.” No se salvan ni sus propios correligionarios, los sacerdotes de los ritos orientales son expulsados de sus iglesias y en muchos casos torturados para que revelen sus tesoros.
En la reconquista de la ciudad por parte de los ejércitos musulmanes Saladino ordenó no maltratar a ningún cristiano fuera franco u oriental. Todo los lugares que reconquistó Saladino fueron tomados sin violencia y en la mayoría de las ocasiones para evitarse el problema de los prisioneros los libera sin rescate.
Que diferente el comportamiento de Ricardo Corazón de León, al que las novelas y películas de Hollywood nos muestran como el perfecto caballero y héroe romántico.
En 1191 ante la caída de Acre, Saladino envía a Ricardo un mensajero para discutir las condiciones de liberación de los prisioneros, pero el inglés tiene prisa y no tiene tiempo de ocuparse de los cautivos, como tampoco lo tuvo Saladino cuatro años antes. La única diferencia es que Saladino al no querer el estorbo de los prisioneros los soltaba, Ricardo prefiere exterminarlos.
Reúnen ante los muros de la ciudad de Acre a 2700 soldados musulmanes prisioneros junto a las mujeres y los niños de sus familias, todos atados con cuerdas para que no formen mas que una única masa de carne, quedando así a merced de los francos que se ensañan con ellos con sables, lanzas y hasta con piedras hasta que cesan todos los gemidos.
La verdad de los cruzadas, distorsionada por la ficción, las películas y libros de historia que nos dan los hechos y las fechas concisos sin entrar en los detalles cruentos, queda desvelada en este magnifico libro donde Amin Maaluf hace una estupenda y rigurosa investigación muy bien documentada por los historiadores y cronistas de la época y que nos hace ver como se vivieron las cruzadas “desde el otro lado”.
Lo tengo en mi lista, pendiente para ser leído.
ResponderEliminarUn abrazo